Si existe un subtipo en el que predominen bastantes de las características propias de este patrón de personalidad, este es el eneatipo 7 sexual.

Busca estimulación en todo lo nuevo y que lo alimenten con novedades excitantes, y siente un auténtico deseo de conocer a gente nueva con la que compartir aventuras (aunque a veces pueda concebirla sólo como un medio para conseguir sus fines).

El eneatipo 7 sexual se caracterizan por una gran capacidad imaginativa y un fuerte optimismo. Grandes seductores intelectuales (de carácter charlatán y persuasivo, enérgicos e ingeniosos y en ocasiones muy creativos), fascinan y se fascinan a sí mismos (como un encantador encantado por su propio narcisismo), y tienden a ver solo el lado positivo de las cosas.

Sin embargo, tras este comportamiento y esta apariencia exterior, se oculta un rechazo al aburrimiento que le provoca la cotidianidad, y un afán por evitar a toda costa el sufrimiento, las dificultades y el conflicto que comporta la realidad.

El eneatipo 7 sexual, muy probablemente, experimentó mucho dolor en su infancia. Cuando para, se conecta consigo mismo y tiende a deprimirse o a entrar en un estado apático. La vida normal le resulta muy insatisfactoria, y el dolor le asusta. Y de ahí su tendencia a defenderse cultivando la alegría, y a huir de la realidad usando su fantasía y su elevada capacidad imaginativa.

Reviste la realidad, para ver la vida con entusiasmo, y en lugar de centrarse en la desolado que a veces esta comporta, usa su imaginación para embellecerla y adornarla, creando mundos mejores, más agradables y placenteros en los que vivir, y desarrollando una auténtica pasión o gula por aprender y emprender cosas nuevas y curiosas, y por todo lo exótico, mágico y sobrenatural. Se podría decir, que tiende más hacia lo celestial, que hacia lo terrenal, hacia un mundo más alto y avanzado, y es por ello el más soñador de los tres subtipos de este patrón de personalidad.

Pero el entusiasmo no es estable. Su inclinación a dejarse llevar por la gula por cosas nuevas y curiosas que lo alejen de sí mismo y de la realidad, y que alimenten su optimismo, hace que cambie constantemente de humor y parecer, y que se desentusiasme con la misma facilidad y rapidez con la que se ha entusiasmado previamente. Le resulta difícil mantener la atención en lo que hace y con quien está. Tiende a constantes cambios de humor, a frecuentes subidas y bajadas de ánimo, e incluso a padecer euforia, que no es sino un comportamiento maniacal de excesiva alegría, que denota una clara dificultad ante un problema que no se quiere afrontar. Le resulta difícil mantener el compromiso, y puede idealizar a su pareja, pero desilusionarse fácilmente y buscar una nueva fantasía, siendo infiel o un auténtico donjuan, o idealizar proyectos que lo desencantan en cuanto se topa con la realidad.