Hay vida más allá de un trauma doloroso, aunque algunas veces nos cueste verlo cuando estamos en plena tempestad. Dice un proverbio budista que ‘el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional’. En este sentido, como terapeuta he visto a muchas personas superar experiencias pasadas muy dolorosas con el acompañamiento y los recursos adecuados. Se puede salir del túnel, y hoy quiero contaros en qué medida nos puede ayudar la terapia Gestalt en este proceso.
Terapia Gestalt y trauma
Vivir un trauma puede dejar heridas profundas que afectan a nuestra felicidad y funcionalidad. Desde la terapia Gestalt se aborda esta situación dejando etiquetas de lado y centrándonos en acompañar a la persona en su propia sanación. Solo uno mismo conoce su dolor y sabe lo que necesita, por eso no hay dos técnicas ni soluciones iguales. En vez de hablar y aconsejar desde fuera, el terapeuta Gestalt acompaña, escucha, siente junto al otro.
El objetivo del terapeuta es ir acercándose al acontecimiento traumático, con la intención de poder revivirlo e ir sosteniendo poco a poco las emociones que van surgiendo al acercarse a la escena. El trabajo con trauma, por tanto, es revivirlo, con la idea de que cada vez que lo cuentes la emoción que surja sea diferente. Así, llega un momento en que ya no duele tanto. Mientras que en el momento en que el trauma ocurrió no teníamos los recursos para poderlo sostener, a lo largo del proceso terapéutico, la persona que está trabajando va encontrando la confianza para poder acercarse a tocar eso tan doloroso.
Los principios de la Gestalt nos dan las claves para entender cómo se enfoca la terapia de personas con un trauma del que se quieren recuperar. Con un enfoque humanista y desde los pilares de esta terapia, se ayuda a superar traumas no curados, para seguir adelante con la vida de una forma más plena.
Vivir en el aquí y el ahora
La Gestalt nos ayuda a conectar con el momento presente, algo fundamental para superar el trauma. Una persona que ha sufrido un accidente, un abuso o cualquier situación de alto impacto emocional que le ha dejado huella, tiende a vivir flashbacks del acontecimiento. Por ejemplo, si estuvo presente en un incendio, podría revivir su experiencia traumática con todas las emociones que implica con solo escuchar el tintineo del fuego en una chimenea.
Aceptación
Algunas veces podemos confundir la actitud de lucha para superar un acontecimiento doloroso con la negación de lo sucedido. En realidad negar el problema no ayuda en absoluto a superarlo. Se considera una de las fases de cualquier duelo, pero quedarse ahí sin avanzar impide la recuperación. La Gestalt parte de aceptar: cómo estoy ahora, qué siento, cómo me afecta a día de hoy este tema. Desde este punto podemos empezar a avanzar hacia la sanación.
Auto-responsabilidad
Como ya dijo Viktor Frankl, que vivió en un campo de concentración en la Segunda Guerra Mundial, ‘no siempre podemos elegir lo que nos pasa, pero siempre podemos elegir la actitud con la que vivimos lo que nos sucede‘. En este sentido el terapeuta Gestalt acompaña a la persona con trauma, siempre desde la aceptación de lo sucedido, para que afronte el presente y futuro desde su responsabilidad personal.
Una vez aceptas dónde estás y cómo te sientes, escuchando cuerpo, emociones y pensamientos, puedes comenzar a caminar hacia la sanación, viviendo desde otra perspectiva y con otra actitud. En este transitar hacia una superación del trauma vivido con auto-responsabilidad, el terapeuta acompaña.
Recursos para la superación del trauma
Más allá de acompañar a la persona en su propia recuperación, el terapeuta Gestalt trabaja con diferentes métodos de terapia que ayudan como recurso:
Role play
Realizamos una especie de función teatral, en la que la persona con trauma elige un papel y el terapeuta hace otro. Este ejercicio es muy efectivo para expresar emociones reprimidas y dolor acumulado. Además, ayuda a abordar otras perspectivas y a salir del relato previo, comprendiendo mejor lo sucedido y teniendo más herramientas para superarlo.
Visualización
Aparte de procesar lo vivido, a menudo la persona que ha pasado por un trauma necesita un lugar seguro y tranquilo donde sentir refugio y paz. El espacio de terapia puede ser un ambiente de acogida, pero al realizar visualaciones vamos un paso más allá. Cerrar los ojos e imaginar una playa, un bosque o una cascada puede ayudar a conseguir un estado mental parecido a vivir la experiencia misma de ir a un lugar así. Nuestra mente, en este sentido, tiene la capacidad de hacernos sentir emocional y físicamente como si realmente viviéramos la experiencia real, por lo que un uso puntual de esta herramienta puede ser muy beneficioso.
La silla vacía
Esta es una de las técnicas terapéuticas más populares que se utiliza en una amplia variedad de enfoques terapéuticos, la Gestalt entre ellos. La persona se coloca frente a una silla en la que no hay nadie sentado, y que representará aquello de lo que la persona se quiere sanar. El terapeuta guía la conversación para facilitar que la persona con trauma pueda procesar y expresar de manera libre.
Terapeuta con enfoque Gestalt en Pamplona
Si sientes que hay heridas pasadas que te están afectando para seguir adelante, puedo ayudarte mediante una terapia específica para la superación de traumas. Mi enfoque incluye la terapia Gestalt, además de la Psicoterapia Integrativa, terapias corporales y otras especialidades.
Quiero decirte que hay luz al final del túnel, y espero poder ayudarte a encontrarla, para que tus próximos años de vida sean más felices y plenos.
